Hablar con la señora Emma fue una experiencia gratificante: su humanidad y el espíritu práctico, unidos a la sabiduría y a la gran confiabilidad nos parecen los elementos justos para testimoniar el servicio al Cliente de Vimec.
Al describir la elección de la silla salvaescaleras Vimec, la señora Emma se detiene sobre la oportunidad de mantenerse completamente autónoma y continuar viviendo en su casa, evitando ir al asilo de ancianos.
La señora Emma, con lucidez y gran simpatía, nos expone los propios temores iníciales en afrontar la silla, temores resueltos inmediatamente por la facilidad de uso y la seguridad del asiento.
Elegir Vimec para la señora Emma ha sido realmente satisfactorio ya que el servicio de montaje y asistencia fue rápido y preciso.
Los nietos de la señora Emma bromean con ella diciéndole que finalmente se ha “motorizado”.